Por J. M. Varona “Ché”

Todo empieza el 9 del actual de buena mañana con una concentración de AACE-adictos en la Estación del Norte de Valencia. Allí están Josep De Haro, Amparo su guapetona esposa, la no menos guapetona María José Minguez, Sebas Gil y un servidor que lo es “Ché”. El viaje discurre relajado, nos contamos nuestras historias y alguno que otro chiste hasta que llegamos a Barcelona, Estación de Sants en donde nos espera Antonio Busquets que había llegado antes. Una parte de los expedicionarios (María José, Antonio, Sebas y yo) con Antonio cogemos el metro y nos vamos a nuestro hostalito en pleno Paralelo. Nos dicen que en el día anterior llegó Max Vento.



Los cuatro citados anteriormente y “a peu” nos vamos al Salón. Recogemos las pulseritas que faltaban y entramos. Nuestra primera visita es para el stand nuestro, el de la AACE. Allí están los compañeros/as de Barcelona; nos saludamos los más efusivamente que sabemos. Comprobamos que es un stand guapo, decorado con historietas de algunos compañeros con méritos. Hay publicaciones sobre la mesa en especial los dos BOOM! que salieron en su día y que se ofrecen, de dos en dos, a un precio razonable.




Comprobamos que delante de nosotros tenemos el stand del Salón del Cómic de Granada con un especialista al frente, experto en cortar jamón y en servir cervecilla fresca (que pena, me acuerdo de mi amigo Espadas). Compruebo que la idea tiene el éxito asegurado ¡qué cantidad de visitantes en un momento! Allí está mi amigo Alejandro Casasola, su director, el culpable de que lo de Granada sea una realidad; le recuerdo que nos tiene prometido un stand para la AACE, en la edición de 2007; asiente pero nos pide que no nos descuidemos (entiendo que a pesar de los pesares, deberemos insistir).



Seguimos saludando amigos y colegas: Verónica, Oscar, López, David, Rodríguez, Ru, Sergi, Max, Kim, Mariel, Fritz, Mart, Horacio Altuna (hablaremos mañana para una entrevista) Carlos Gimenez, Rando, Pérez, Pilar, Puste, Aldeguer y muchos más. Acudo a la presentación del ANUARIO DE LA HISTORIETA: 2005, en la sala están Sergio, López y Alvaro. Me reciben con alegría que pasado el rato queda truncada, por que en vez de seguir hablando del Anuario para lo que todos estábamos allí, se me ocurre hablar de lo bueno que es seguir sacando el BOOM! (por respeto a mis años, no soy pasado por las armas como me merecía; me siento “pecadol”; entono interiormente el mea culpa). Al final, no hay sangre y corremos un tupido velo. Todos llegamos a la conclusión (al margen de lo que pueda pasar con BOOM¡) que el citado Anuario será una buena herramienta para nuestra promoción (hay verdadera expectación por su salida en el mundo profesional). Tendrá 120 páginas, un tercio será catálogo y se editará en papel crema. Habrá que esperar todavía un tiempo.




Me doy un paseo por todo el Salón, al tiempo que saludo a los amiguetes a izquierda y derecha. En los stands veo a los autores en pleno frenesí de firma y dibujos; verdaderas colas (ni las del Auxilio Social en tiempos de guerra). Los chavales se gastan una pasta gansa en publicaciones para que se las firmen sus autores favoritos. Me alegro principalmente por los amigos. Me acerco a las exposiciones: fabuloso lo de Raquel Alzate, Miguelanxo Prado, Luis Royo, Carlos Gimenez y David Lloyd. Repaso lo del Capitán Trueno, lo de La Guerra de Papel y lo de La Jaula de la Memoria. Todo muyinteresante. Me encuentro a Mariel; le recuerdo que tiene pendiente una entrevista conmigo (lo de entrevistar a los de El Jueves, ya es una tradición en mí). Un grupo de compañeros nos ponemos de acuerdo y nos vamos a comer a uno de los restaurantitos de los que a “mogollón”, hay fuera del recinto ferial.





Regresamos al Salón (¡chicos al Saló!), me voy a la sala de prensa y comienzo a preparar la entrevista al bueno de Altuna. Después amplío mi visita a las distintas exposiciones, paso por el stand de AACE y otros stands; saludo a más gente y después me pongo de acuerdo con María José, Antonio Busquets y Sebas para poner nuestros reales en dirección al Catalonia Barcelona Plaza Hotel, en el que tendrá lugar el reparto de premios. Entramos, hay montón de gente y de camino, montón de mesas bien puestas ¡quien dijo que los catalanes eran de nuestra señora del puño que no abrían por no soltar la pela! ¡mentira cochina! ¡qué abundancia! Nunca vimos nada igual: Toneladas de langostinos, de gambas (al ajillo y de las otras), jamón, carnecita, albondiguillas, pan con tomate, empanadillas, toda clase de frivolidades, incluso paella y yo que sé cuanta cosa más, y más tarde, ah más tarde … ¡las tablas de quesos! Oh la lá: No faltaba ni uno. Regado todo con vinos, cerveza, agua y bebidas de todo tipo (con alcohol y sin alcohol). Salón ¡que bien has quedado! Lo siento por los que no fueron o no pudieron entrar. Después, con los estómagos bien instalados, llegó lo que tenía que llegar: el reparto de premios: 20th Century Boys, Blacksad 3 (mejor obra), Carlitos Fax, Blacksad 3 (mejor dibujo), Pablo Auladell, El Jueves, Cabezabajo y Víctor de la Fuente (gran premio del Salón con el que todos estamos muy conformes). Hubo división de opiniones; algunos piensan que cierto autor, a estas alturas, está más que “revelado” y que determinados premios se repiten. Tal vez se debió premiar a más de un producto nacional. El reparto trae a mi mente un pensamiento insano; en un descuido me cuelo en una de las foto con todos los premiados (en esta ocasión es al revés: el que se mueve si sale en la foto) ¡quién no tiene remedio, no tiene remedio!.




Los cuatro que ya cité, superada la prueba del reparto (de premios y de lo otro), salimos a la calle y nos vamos andando Paralelo abajo. Al final, cerca del Apolo, nos instalamos en un bar; pedimos un chupito puro orujo. Sabéis, era para rebajar. Nos encontramos a unos colegas. Más historias, más chistes (la noche acompaña) y a descansar.

El 10, después del desayuno, acudimos al Salón y en el gran patio encontramos a Horacio Altuna, quedamos para esta tarde para que le haga la entrevista. También a Sergio, que me echa el “puro” por haber reventado (mon Dieu!!) el acto de presentación del Anuario. No tengo más remedio que sentirlo y presentar excusas si fue así. Acudimos al stand de la AACE, saludamos a los compañeros que están allí. Paso al stand del Salón del Cómic de Granada, saludo a Fer y al colega Manuel Berrocal, que nos ayudó en el Salón del Cómic de Madrid. Después me acerco al stand de la firma valenciana Gothan Cómics. Ellos son editores, pero tienen también tebeos que ofertan en su tienda: los que importan desde el Reino Unido y los españoles (usados y nuevos) de colección. Me dice que Ficromic que también es valenciana, editan e importan lo de Star War.



Me acerco al stand del argentino Ciruelo que acaba de llegar; un gran artista con una obra admirable obra; le saludo. Después por indicación de Fritz acudo al stand de Astiberri, allí está el maestro Alfonso Figueras (uno de mis referentes en el pasado), ya muy mayor pero todavía con un admirable pulso y un admirable estilo. Hablamos de los tiempos del cuplé y de lo que admiraba su trabajo cuando era un chaval. Se alegra de que se acuerden de él; prometo volver a Barcelona para verle y hacerle una entrevista; estos, más que mayores, saben mucho de una época y son pozos de sabiduría por lo que todos ganamos mucho con lo que nos dicen; al menos yo lo entiendo así. Lamenté no ver a Puigmiquel (ya se había ido) otro de mis referentes. Sigo por los pasillos cada vez más llenos. Colas y más colas de los aficionados (de los que acuden legión) para que los maestros, firmen sus recientemente comprados álbumes



Me persono en la meda redonda: La Recuperación de la Memoria Histórica, allí está Antonio Martín, historiador y editor de cómics, que es el comisario de la exposición: La Guerra de Papel, también Juste de Nin, Miguel Gallardo, Dolors Genovés, y el dibujante italiano Vittorio Giardino y otros. Giardino es uno de los 15 autores que exponen sus originales en la exposición La Jaula de la Memoria, dedicada a la fratricida guerra civil española. Este italiano dice que ha tratado su obra con imparcialidad. Habla en italiano metiendo de cuando palabras en español, pero le traducen al catalán. Hablan otros; Martín en castellano y casi todos los demás en catalán sin ningún tipo de piedad para los que escuchaban; incluso contestaban en catalán a los que preguntaban en castellano. La situación era kafkiana, ya que la mayoría de los que estábamos allí éramos de fuera de Cataluña e incluso de fuera de España que tenían por lengua el español, por lo que la gente no se aclaraba; algunos insistían molestos, y se les concedía la gracia de contestarles algo en castellano. Muchos no entendemos estas posturas radicales que no son las del ciudadano catalán en general; el normal, el de la calle, que todos los días nos daban muestra de corrección ayudando en lo que podían y más; contestando siempre (si en ella preguntaban) en la lengua común que todos conocen, cosa normal en una región en donde la gran mayoría de la prensa se edita en castellano ¡que es por algo! y en un Salón en donde la inmensa mayoría de publicaciones están en dicha lengua, gracias a lo cual sobrevive. He de decir que aparte de este caso, y dentro del Salón, no hubo problemas de este tipo; tampoco en otros actos: ni en exposiciones, ni en la entrega de premios, ni en las otras mesas redondas; en general en ningún otro sitio. Solicitar que se aplique la lógica no es catalanofobia ya que los que por sistema acudimos al Salón lo hacemos en parte porque nos sentimos muy a gusto en Cataluña rodeados de nuestros queridos amigos catalanes. Pienso que algunos, por lo dañinas, deberían vigilarse ciertas actitudes. Por otra parte aunque algunos en dicha mesa hablaban de imparcialidad, daba la impresión de que se recurre demasiado al tópico de buenos y malos. Los que por edad hemos estado más próximos a aquella contienda, sabemos que aquella fue una guerra terrible en donde (en ambas partes) se derramó demasiada sangre inocente; y los inocentes de una y otra parte, merecen el máximo respeto. Me pareció bien que se expusieran tebeos de una y otra parte; eché de menos los dibujos de Saez de Tejada y otros.



También en la mañana del 10, los representantes de APIC, los de nuestra AACE, Carles Santamaría el nuevo director del Salón y otros se reunieron con 3 diputados en Cortes para tratar los problemas del tebeo en España y la forma de solucionarlos. Todo indica que el encuentro fue positivo.



Después de comer regresamos de nuevo al Salón, que encontramos cada vez más lleno de visitantes, parte de los cuales disfrazados de personajes del cómic; aprovechamos y nos hacemos algunas fotos con ellos. Más tarde y tal como habíamos quedado, me veo con Horacio Altuna al que hago la entrevista prometida. Aprovecho el encuentro para hablarle de la AACE; le digo que él es un hombre del cómic, del tebeo, por lo que podía ser un miembro más de nuestra Asociación; asiente; eso no va a interferir en su pertenencia a la APIC de la que es presidente. Será un honor para nosotros.



Me despido y aún llego a tiempo de estar presente en la mesa sobre El Capitán Trueno: la fuerza de un mito. Saludo y cambio impresiones con la señora Armonía Rodríguez la esposa de Víctor Mora; cambiamos impresiones, le hablo de mi último trabajo sobre Ambrós y El Capitán Trueno.



Después me persono en la mesa redonda que trató sobre el tema: Cómics Continentales y Transatlánticos. Intervienen Dave Gibbon, Jacques Loustal, Miguelanxo Prado, Ruben Pellejero y Toni Guiral. La reunión discurre de la forma más distendida y simpática posible; salimos todos muy satisfechos.



Más tarde empezamos la “movida” para asistir la cena organizada por los colegas de la AACE de Barcelona. Todos acudimos al Restaurante Escorpio en la calle Alí Bei, cerca del Arco del Triunfo. Fuimos “mogollón” de gente ¿cuantos Oscar; 50, 60? Mira la lista que te di. Un verdadero éxito de asistencia (esto de reunirse para cenar funciona). Todo discurre muy bien, pero al final tenemos que despedirnos ¡hasta otro Salón compañeros!