Claro que SÍ CÓMICS
El 6 de Octubre en Barcelona y el 15 en Madrid se hará la presentación de la nueva revista de LA CÚPULA : "Claro que SÍ CÓMICS". Esta revista pretende ser el primer magazine de cómic gay hecho por autores gays, entre los que se encuentra Ismael Álvarez (socio de esta casa).
La revista, de periodicidad trimestral (a la espera de la respuesta popular), constará de 84 páginas ( color y blanco y negro) de varios autores: Ismael Álvarez, Hokane, Sebas Martín, Toni Saldaña, David Cantero y Cuho, Patrick Fillion, Joe Philips, Ralf König, Robert Kirby, Glen Hanson, Howard Cruse, etc...Y su precio será de 4,95 euros.
Aquí tenéis como primicia, la editorial de la revista en su primer número:
La revista, de periodicidad trimestral (a la espera de la respuesta popular), constará de 84 páginas ( color y blanco y negro) de varios autores: Ismael Álvarez, Hokane, Sebas Martín, Toni Saldaña, David Cantero y Cuho, Patrick Fillion, Joe Philips, Ralf König, Robert Kirby, Glen Hanson, Howard Cruse, etc...Y su precio será de 4,95 euros.
Aquí tenéis como primicia, la editorial de la revista en su primer número:
"¡Por fin, ya era hora!
De acuerdo, caminamos paso a paso hacia un estado de igualdad de derechos entre todos los miembros de la sociedad, sea cual sea su orientación sexual, si bien aún queda mucho trabajo por hacer; atrás quedan los tiempos donde campaban a sus anchas las leyes de peligrosidad social y los locales con contraseña y mirilla. Tenemos ocio gay, viajes gays, comercios gays, programas de televisión gays, prensa gay y hasta barrios gays. Eso sin olvidar que, muy recientemente, aunque esa rancia derecha ha intentado ponerle remedio, tenemos matrimonio gay. Pero... ¿para cuándo el cómic gay?
La mayoría de los que tenéis entre vuestras manos estas páginas habéis crecido viendo como Superman vivía un eterno tira y afloja con Louis Lane; ese chulazo que es Corto Maltés, entregaba su corazón a mujeres de los siete mares; o el Capitán Trueno mantenía un eterno noviazgo con la paciente Sigrid, de hecho la primera sueca con la que ligó un caballero español. Y entre todas estas parejas y amoríos, ¿dónde estaba un héroe que se enamorase de su compañero de aventuras, que resolviese sus problemas con el villano de turno haciendo el amor y no la guerra? Evidentemente, no eran tiempos para pedir peras al olmo, pero la realidad es que los homosexuales aficionados al cómic carecíamos de una iconografía particular con la que sentirnos identificados.
Si bien los más viajados descubrieron las historias repletas de morbosos varones de mano de maestros como Tom of Findland, el resto de los ciudadanos de a pie teníamos que conformarnos con la rumorología sobre la verdadera naturaleza de la relación entre Batman y Robin, o la dependiente camaradería entre Mortadelo y Filemón, o los galos Asterix y Obelix (¡malditas Ofelia y Falbala!). La aparición de autores como Nazario o Pere Olivé, hacían brillar un rayo de esperanza, pero no eran más que pequeños oasis en el ya de por sí desértico panorama del cómic español.
Hemos tenido que esperar a que se asentase el siglo XXI para poder lanzar al kiosco un proyecto con el que llevábamos soñando largo tiempo. Y claro, teníamos que hacerlo por la puerta grande y con nuestras mejores galas.
Para muestra, un botón: la sugerente portada de Joe Phillips, artista que ha colaborado en series tan prestigiosas como Spiderman, Hulk o Capitán América. No podían faltar los clásicos, a los que debemos la valentía de su voz en épocas más oscuras. Así, hemos recuperado todo el candor combativo de la América de los ochenta con Billy sale de marcha, de Howard Cruse. También contamos con Glen Hanson, uno de los dibujantes de Los Picapiedra o Los Supersónicos, para relatarnos, junto a Allan Neuwirth, las petardadas de los protagonistas de Chelsea Boys. Y no podía faltar el más famoso autor gay contemporáneo: Ralf König.
Además queremos ofreceros una muestra de los autores de cómic gay más punteros del panorama actual, y para ello contamos con el francés Fabrice Neaud y su Diario, una verdadera lección de trazo y narrativa. Patric Fillion, con sus superhéroes imposiblemente dotados, subirá la temperatura de las páginas, mientras que Robert Kirby, con Curbside Boys, incidirá en las vidas cotidianas de sus protagonistas y el japonés Kazuhide Ichikawa nos hará disfrutar con sus historias de osos.
No, no nos hemos olvidado de ellos; simplemente hemos dejado para el final a los nuevos, y algunos no tan nuevos, valores del panorama español. David Cantero, cuyo trabajo seguro que conocéis por sus flyers, nos presenta la vida cotidiana de Víctor y Álex; Ismael Álvarez nos muestra los chicos más sexys; Hokane hará las delicias de los lectores aficionados a un estilo próximo al manga; Tony Saldaña nos sorprenderá con sus anécdotas del ambiente; y de la mano de Sebas aprenderemos cómo frenar a los grupos homófobos, sin perder la compostura.
Para redondear este primer número, Santi Valdés, con su sección Mirando hacia atrás, ahondará en la historia de los cómics gays. Bazar Plumífero, merced al catódico Xavi Doménech, nos propone un paseo por el mundo de las curiosidades más kitsch. El periodista Carlos Mayor conducirá la entrevista de Vidas ejemplares. Visitas ilustres albergará colaboraciones de personalidades ajenas al mundo del cómic, y Miss Celánea –la mujer más bella de Celánea– nos dará claves de lectura y visionado cinematográfico, tanto en salas como en DVD.
Y ya nada más, sólo desearos que disfrutéis de la revista mientras nosotros proseguimos nuestra búsqueda con la intención de poderos ofrecer los mejores autores de cómic gay, tanto propios como foráneos.
¡Ah! Casi lo olvido. La próxima cita es dentro de tres meses."
De acuerdo, caminamos paso a paso hacia un estado de igualdad de derechos entre todos los miembros de la sociedad, sea cual sea su orientación sexual, si bien aún queda mucho trabajo por hacer; atrás quedan los tiempos donde campaban a sus anchas las leyes de peligrosidad social y los locales con contraseña y mirilla. Tenemos ocio gay, viajes gays, comercios gays, programas de televisión gays, prensa gay y hasta barrios gays. Eso sin olvidar que, muy recientemente, aunque esa rancia derecha ha intentado ponerle remedio, tenemos matrimonio gay. Pero... ¿para cuándo el cómic gay?
La mayoría de los que tenéis entre vuestras manos estas páginas habéis crecido viendo como Superman vivía un eterno tira y afloja con Louis Lane; ese chulazo que es Corto Maltés, entregaba su corazón a mujeres de los siete mares; o el Capitán Trueno mantenía un eterno noviazgo con la paciente Sigrid, de hecho la primera sueca con la que ligó un caballero español. Y entre todas estas parejas y amoríos, ¿dónde estaba un héroe que se enamorase de su compañero de aventuras, que resolviese sus problemas con el villano de turno haciendo el amor y no la guerra? Evidentemente, no eran tiempos para pedir peras al olmo, pero la realidad es que los homosexuales aficionados al cómic carecíamos de una iconografía particular con la que sentirnos identificados.
Si bien los más viajados descubrieron las historias repletas de morbosos varones de mano de maestros como Tom of Findland, el resto de los ciudadanos de a pie teníamos que conformarnos con la rumorología sobre la verdadera naturaleza de la relación entre Batman y Robin, o la dependiente camaradería entre Mortadelo y Filemón, o los galos Asterix y Obelix (¡malditas Ofelia y Falbala!). La aparición de autores como Nazario o Pere Olivé, hacían brillar un rayo de esperanza, pero no eran más que pequeños oasis en el ya de por sí desértico panorama del cómic español.
Hemos tenido que esperar a que se asentase el siglo XXI para poder lanzar al kiosco un proyecto con el que llevábamos soñando largo tiempo. Y claro, teníamos que hacerlo por la puerta grande y con nuestras mejores galas.
Para muestra, un botón: la sugerente portada de Joe Phillips, artista que ha colaborado en series tan prestigiosas como Spiderman, Hulk o Capitán América. No podían faltar los clásicos, a los que debemos la valentía de su voz en épocas más oscuras. Así, hemos recuperado todo el candor combativo de la América de los ochenta con Billy sale de marcha, de Howard Cruse. También contamos con Glen Hanson, uno de los dibujantes de Los Picapiedra o Los Supersónicos, para relatarnos, junto a Allan Neuwirth, las petardadas de los protagonistas de Chelsea Boys. Y no podía faltar el más famoso autor gay contemporáneo: Ralf König.
Además queremos ofreceros una muestra de los autores de cómic gay más punteros del panorama actual, y para ello contamos con el francés Fabrice Neaud y su Diario, una verdadera lección de trazo y narrativa. Patric Fillion, con sus superhéroes imposiblemente dotados, subirá la temperatura de las páginas, mientras que Robert Kirby, con Curbside Boys, incidirá en las vidas cotidianas de sus protagonistas y el japonés Kazuhide Ichikawa nos hará disfrutar con sus historias de osos.
No, no nos hemos olvidado de ellos; simplemente hemos dejado para el final a los nuevos, y algunos no tan nuevos, valores del panorama español. David Cantero, cuyo trabajo seguro que conocéis por sus flyers, nos presenta la vida cotidiana de Víctor y Álex; Ismael Álvarez nos muestra los chicos más sexys; Hokane hará las delicias de los lectores aficionados a un estilo próximo al manga; Tony Saldaña nos sorprenderá con sus anécdotas del ambiente; y de la mano de Sebas aprenderemos cómo frenar a los grupos homófobos, sin perder la compostura.
Para redondear este primer número, Santi Valdés, con su sección Mirando hacia atrás, ahondará en la historia de los cómics gays. Bazar Plumífero, merced al catódico Xavi Doménech, nos propone un paseo por el mundo de las curiosidades más kitsch. El periodista Carlos Mayor conducirá la entrevista de Vidas ejemplares. Visitas ilustres albergará colaboraciones de personalidades ajenas al mundo del cómic, y Miss Celánea –la mujer más bella de Celánea– nos dará claves de lectura y visionado cinematográfico, tanto en salas como en DVD.
Y ya nada más, sólo desearos que disfrutéis de la revista mientras nosotros proseguimos nuestra búsqueda con la intención de poderos ofrecer los mejores autores de cómic gay, tanto propios como foráneos.
¡Ah! Casi lo olvido. La próxima cita es dentro de tres meses."